domingo, 7 de diciembre de 2014

AMÓS. CAPÍTULO 3.



 Os tomaré cuentas

3 1Escuchad, israelitas,
esta palabra que os dice el Señor,
a todas las tribus que saqué de Egipto:
2A vosotros solos os escogí
entre todas las tribus de la tierra,
por eso os tomaré cuentas
de todos vuestros pecados.
3¿Caminan juntos dos que no se han citado?
4¿Ruge el león en la espesura sin tener presa?,
¿grita el cachorro en la guarida
sin haber cazado?,
5¿cae el pájaro al suelo si no hay una trampa?,
¿salta la trampa del suelo sin haber atrapado?,
6¿suena la trompeta en la ciudad
sin que el vecindario se alarme?,
¿sucede una desgracia en la ciudad
que no la mande el Señor?
7No hará cosa el Señor sin revelar su plan
a sus siervos los profetas.
8Ruge el león, ¿quién no temerá?
Habla el Señor, ¿quién no profetizará?
9Pregonad en los palacios de Asdod,
decid en los palacios de Egipto:
Reuníos junto a los montes de Samaría,
contemplad el tráfago en medio de ella,
las opresiones en su recinto.
10No sabían obrar rectamente
-oráculo del Señor-,
atesoraban violencias
y crímenes en sus palacios.
11Por eso así dice el Señor:
El enemigo asedia el país,
derriba tu fortaleza, saquea tus palacios.
12Así dice el Señor:
Como salva el pastor de las fauces del león
un par de patas o un lóbulo de oreja,
así se salvarán los israelitas, vecinos de Samaría,
con el borde de un petate
y un cobertor de Damasco.
13Escuchad y dad testimonio
contra la casa de Jacob
-oráculo del Señor, Dios de los ejércitos-
14Cuando tome cuentas a Israel de sus delitos,
le tomaré cuentas de los altares de Betel:
los salientes del altar
serán arrancados y caerán al suelo;
15derribaré la casa de invierno y la casa de verano,
se perderán las arcas de marfil,
se desharán los ricos arcones*
-oráculo del Señor-. 

EXPLICACIÓN.

3,1-2 Casi en forma de aforismo enuncian estos versos un gran principio: la elección es responsabilidad. Casi podría considerarse programa de cuanto sigue, es decir, un pedir cuentas a los elegidos. Véanse especialmente 4,12 y 9,7. 

3,3-8 ¿Por qué habla Amós?, ¿cuáles son sus credenciales? Responde una autopresentación del profeta con recursos sapienciales. Vamos a prescindir de momento del verso 7, que parece adición aclaratoria. Leemos cinco versos que comienzan con ha interrogativo y otros cuatro que comienzan por alef. La regularidad formal sirve para desgranar una serie a primera vista heterogénea. Las unifica la conexión de dos miembros como causa o condición y efecto: X no se da sin la causa Z, o X no se da sin el efecto Z. Los dos miembros van juntos porque, como
dice el primer verso, están de acuerdo. 

En el contenido la serie es impresionista: un rugido, su respuesta, un ave que cae, una trampa que salta, un toque de corneta, pánico, el león ruge cerca ... es el Señor. El significado es enigmático. Los dos que caminan juntos, de acuerdo, tienen que ser Amós y el Señor. 

El profeta embocará la trompeta y dará el toque de alarma, no puede negarse (7,16s); todavía hay tiempo para salvarse, porque el Señor controla los acontecimientos; sólo será trampa para los incautos que no se protegen debidamente. 

3,7 Una mano posterior añade esta aclaración en prosa, elevando a principio general lo que Amós apenas indicaba como hecho. El profeta como confidente universal de Dios es reflexión tardía y generalizante. 

3,9 Empieza una serie marcada por los imperativos "escuchad" 3,1.13; 4,1; 5,1, y "pregonad" 3,9. Conviene reunir los tres primeros, dirigidos contra la clase alta, en la que se denuncia o implica un delito y se conmina la pena correspondiente. Según el siguiente esquema: 

3,9-11 espectadores... injusticia, palacios... ruina y saqueo 

3, 13-15 testigos... altares, casas, lujo... ruina 

4,4,1-3 opresión, lujo ... destierro. 

A ellos se podría añadir, como remate, la breve elegía de 5,1-3. 

3,9-12 Primer oráculo: contra poderosos injustos. Gente que habita en palacios, que se ha enriquecido explotando a los demás. El profeta desenmascara las riquezas que han acumulado: "atesoran violencias y crímenes". Irónicamente invita a extranjeros a contemplar el espectáculo que los ricos han montado y el profeta va a mostrar. Consuenan en hebreo Egipto con atesorar, Asdod con crimen. El castigo es correspondiente: asedio y saqueo. 

Según la ley de Ex 22,9-12, el hombre a quien han encomendado un animal no será castigado si presenta una prueba de que una fiera ha descuartizado el animal (Gn 31,39). Irónicamente, los israelitas son como animal o rebaño que el enemigo va a descuartizar; quienes escapen con vida darán testimonio de la catástrofe. Es ridículo lo que salvarán de sus riquezas acumuladas. 

3,13-15 Se mezcla el lujo con la devoción, las casas de campo y marfiles (6,4) con los altares. Éstos han servido a los ricos para dar gracias y pedir gracias; en momentos de peligro ofrecen asilo frente al enemigo (Ex 21,13s; 1 Re 1,50; 2,28). Todo fallará porque el día de rendir cuentas serán ellos los primeros encausados. "Arcas" o casas decoradas con marfiles.

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